Sagamore Farm, historia pura de la hípica (Turfdiario)

23.01.2012

Kevin Plunk no es un hombre que se conforme con poco. No era un muy buen jugador de fútbol americano, pero su coraje lo llevó bastante más allá de lo que su habilidad le hubiera permitido.

 

Una vez retirado, encaró un proyecto textil desde el sótano de su casa. Hoy se transformó en Under Armour, la marca éxito en los Estados Unidos, incluso superando en algunos niveles a la propia Nike, más que nada entre los jóvenes.
Con esa misma ambición, Plunk encaró el negocio de los caballos de carrera, dispuesto a llevar a su querido Maryland otra vez lo mejor de la hípica. Ese camino transita desde 2007, cuando adquirió las históricas tierras de Sagamore Farm con un plan a largo término de renovación de la cabaña que fundara en 1925 Isaac Emerson -inventor del Bromo-Seltzer- y que luego llevara a lo máximo su nieto, Alfred G. Vanderbilt, que lo recibió como un regalo de cumpleaños en 1933 por parte de su madre Margaret.
La historia corre por cada metro cuadrado del campo ubicado en Glyndon, justo enfrente de donde alguna vez funcionó el Maryland Stallion Station, cuando el turf era palabras mayores en la zona.
Es inevitable no emocionarse. Allí Vanderbilt creó un verdadero emporio de las carreras de caballos. Allí nacieron, se criaron y se cuidaron cracks inolvidables como Native Dancer, Discovery, Bed O’Roses, todos parte del Salón de la Fama. Todavía están allí semejantes caballos, en el cementerio del haras, rodeados de árboles y muy cerca de la caballeriza donde se tratan de forjar nuevas ilusiones cada día.
Fue también Vanderbilt el que llevó de padrillo a Sagamore al gran Bahram y también a Kauai King, ganador del Kentucky Derby y del Preakness Stakes. Si hasta la Reina de Inglaterra tuvo a una de sus yeguas allí como residente. Demasiado...
Hoy la marca Sagamore regresó con todo al negocio y la idea es seguir creciendo de la mano de inversiones fuertes. Ya se renovaron algunas de las caballerizas originales, se construyeron nuevas; y se instaló una pista de Tapeta de lujo, El próximo paso será dar vida otra vez al imponente pabellón de cuida de 90 boxes y que incluye una pista cubierta para entrenar en invierno -cuando la nieve tapa todo- de un cuarto de milla.
¿Un detalle en ese sector? Cada puerta es idéntica a la otra; salvo una. La arcada redonda en lugar de recta marca el territorio que alguna vez fue de Native Dancer, pues allí vivió de potrillo y realizó sus primeros galopes. El recuerdo para con el campeón late cada segundo.
Los 525 acres que hoy ocupa Sagamore cuentan con nueve yeguas madre, 21 ejemplares en entrenamiento y siete yearlings parte del Sagamore Rookie Program. Las cosas se están haciendo bien y en 2010 y 2011 quedó a la vista. Con la chaquetilla de Plunk, Shared Account (Pleasantly Perfect) -que ahora será servida por Bernardini tras su retiro- ganó el Breeders’ Cup Filly & Mare Turf (G1); y Millionsreasonswhy (Grand Slam) se llevó el Matron Stakes (G2) de Saratoga; Más cerca, en noviembre último, Humble and Hungry (Limehouse) rompió todos los pronósticos en el Commonwealth Turf Stakes (G3).
Millionsreasonswhy y Humble and Hungry tienen algo en común: los dos son entrenados por el argentino Ignacio Correas (h.), que se unió a Sagamore en 2009 como entrenador exclusivo, y con muy buen suceso.
Esposo de la deliciosa Marina, Nacho no se arrepiente de la decisión que tomó al aceptar el trabajo: “Mirá esto...¿No es fantástico?”, le dice al cronista buscando su complicidad. “Me dan libertad para hacer y tenemos un muy buen equipo. La suerte y los resultados nos vienen ayudando y esperamos seguir creciendo. Tenemos parte de nuestros caballos en el haras, otros en Laurel Park y un lote fue trasladado a Miami. Es una satisfacción que Kevin haya confiado en mí”, dice, feliz.
Tom Mullikin es el General Manager en Sagamore. Graduado de la Universidad de Frostburg State, trabajó por siete años en Gannett Co. Inc., hasta que decidió cambiar de empleo para darle lugar a su pasión: los caballos y las carreras.
Comenzó en el Machmer Hall de Kentucky, donde nació el grupo uno Premium Tap (Pleasant Tap), y luego pasó nada menos que al Spring Hill Farm de Edward P. Evans, la joya que se liquidó en las ventas de noviembre último en Keeneland.
Desde 2007 Tom vive en el haras con su esposa, sus cinco hijos y Gator, su perro, ahora adoptado como mascota por todos.
“Fue un verdadero honor cuando Kevin Plunk me convocó para trabajar aquí. Podría decirse que era lo que soñé siempre. Hemos hecho mucho desde que se compró el haras, más allá de que aún quedan muchísimas metas por alcanzar. Kevin ama Maryland y una de las razones por las que adquirió Sagamore es para llevar energía y triunfos a la actividad hípica aquí, tal como reza uno de nuestros lemas”, explica el rubio.
Mullikin tiene también palabras de elogio para con Ignacio Correas y su trabajo en Sagamore: “Es una persona muy seria, pero por sobre todas las cosas me asombra su conocimiento de los caballos, ya sea en el entrenamiento como en las cuestiones diarias que aparecen en el haras. Su trabajo ha sido exitoso hasta aquí y esperamos tener un 2012 mejor con varios de nuestros mejores potrillos y potrancas”.
El sol va cayendo en Maryland la tarde de la visita, pero un camión ingresa por Tufton Avenue. Allí llega Shared Account, la niña mimada en Sagamore y que recientemente fue retirada. Casi todos van a recibirla con aprecio.
Está más que claro que Sagamore Farm regresó al negocio del turf con ganas de volver a ser lo que fue. La inversión de Plunk y el empuje de cada uno de sus integrantes van transformando en realidad ese sueño que comenzó hace poco más de 4 años.

Diego H. Mitagstein