Editorial: una jornada con muchas luces pero también algunas sombras

08.01.2020

Pasadas 48 horas de la gran fiesta del Ramírez es momento de hacer balance, las buenas son muchas mas que las malas y de ellas hemos escrito y mucho. Sin embargo hubo tres puntos que deberían tener mejoras de cara al próximo año.

Los puntos positivos fueron muchos mas que los negativos, eso está fuera de discusión. Sin embargo siempre este tipo de reuniones deja cosas a mejorar y en este caso además sucedió un hecho que no puede volver a repetirse. Las luces las vimos todos, grandes carreras en la pista, record de apuestas con más de 42 millones de pesos, un hipódromo que respondió estruturalemente en buena forma y un tiempo que fue ideal. La despedida a Falero muy bien pensada y organizada fue un punto muy alto y sin dudas un gran acierto. 

Hay una situación para el debate y donde las dos campanas tienen parte de razón y es el precio de las entradas. Hubo menos gente que otros años, sobre todo que en 2019. No es lo mismo que sea lunes o domingo y es cierto las entradas estaban un tanto altas. Sin embargo con un poco menos de gente la estructura y los servicios de Maroñas funcionan de forma mas eficiente y no colapsan, ayer todo pareció funcionar mejor que en otras ediciones del Ramírez.

Hay tres puntos que creo yo son las sombras que tuvo la reunión. Uno es muy particular y no viene al caso para el interés del lector, pero la prensa hípica recibió un trato de calidad sensiblemente inferior al que recibía cada año durante al menos el lustro anterior.

Un tema mucho mas serio y si de interés general es lo que sucedió con Sinabung. Siempre se ha discutido la dificil convivencia de los espéctaculos musicales y los caballos. También el hecho de que haya mucho público pone nervioso a los equinos. La situación llegó a un extremo cuando Sinabung que era llevado al servicio veterinario se asustó y se lastimó al patear la reja. El favorito del Piñeyrúa se quedó sin correrlo y la frustración y enojo de Ricardo Colombo era evidente y justificado. Hay que buscar alternativas porque esta situación no puede repetirse.

Si bien hubo récord de apuestas, y hubo buenos pozos en las trifectas, una idea bien aplicada. Falta un juego millonario para el apostador. El pick 8 es imposible de jugar si uno se pone a hacer cuentas. No importa los millones que tenga el pozo, las probabilidades de acertarlo son infimas. Y la muestra es que se jugó poco, se esperaba que pasara los 7 millones y estuvo lejos de hacerlo. El juego en cualqUier parte del mundo es pick 6, no pick 8 y las diferencias en probabilidad son enormes. En una reunión con carreras tan numerosas acertar un pick 8 es unas 200 veces mas dificil que acertar un pick 6. Maroñas tiene un debe en este tema desde hace mucho y ahora con el pick 8 la situación en vez de mejorar, empeoró.

Germán Boiso.