El juego sigue estancado

01.01.2019

Los resultados del 2018 no pueden ser considerados positivos, ni en Maroñas ni en todo el turf en conjunto, no aparecen nuevas propuestas y la situación está como mínimo estancada.

Cuando el pasado 6 de enero se apostaron 39,6 millones de pesos la señal fue mala. Esa cifra significaba quedar 2,2 millones por debajo de lo apostado en 2017 y que fuera apenas la segunda vez en la década que la edición del Ramírez no superaba a la anterior.

El mal augurio del día de reyes terminó confirmándose. La temporada en Maroñas tuvo apuestas por 549.6 millones de pesos, eso significaron 13 millones menos que lo jugado en 2017. El dato no es del todo malo si vamos a lo apostado por carreras, este año tuvimos 1071 carreras frente a las 1108 del 2017 por lo que el promedio creció desde 508 mil a 513 mil. Eso es un crecimiento del 1% pero en una economía que tuvo un 8% de inflación estamos hablando en términos reales de un retraimiento.

Los casi 550 millones de pesos son el segundo peor monto en los últimos 8 años, apenas superando el registro del 2014 y muy lejos de los 607 millones que se apostaron en 2012. En cuanto a lo jugado por carrera los 513 mil pesos registrados son el tercer peor registro en 8 años superando solo a 2014 y 2017. El récord es de 563 mil también en 2012.

Si nos vamos a los números históricos hay un dato que es muy llamativo, desde la reapertura hasta 2009 el juego creció cada año y lo hizo por sobre la inflación, así se paso de tener 315 millones en apuestas en 2005 a tener 541 en 2009. En 2010 hubo una baja importante que se recuperó de inmediato hasta llegar a la mejor temporada en 2012. Justamente desde aquel 2011 el juego ha oscilado entre 550 y 600 millones. Ese dato con una inflación anual promedio del 8% se torna catastrófico. Por ejemplo, los 541 millones jugados en 2009 equivalen a 938 millones de pesos de hoy, eso quiere decir que en términos reales el total apostado en Maroñas esta temporada equivale al 58.5% de lo que se apostó en 2009.

Por supuesto que no podemos centrarnos solo en Maroñas, la actividad creció mucho a partir del 2013, con Las Piedras remodelado y con el Sint funcionando, una notable mejora en la actividad que significó desde el juego una mayor oferta en detrimento de la capital, que perdió su prácticamente hegemonía. Esta situación sirve para quitarle un poco de dramatismo a los números, pero pese a ello el resultado sigue siendo muy preocupante.

Porque además si tomamos los últimos tres años de toda la actividad, es decir sumamos Maroñas, Las Piedras y el Sint, el total apostado cayó por tercer año consecutivo. En 2016 se apostaron 827 millones, en 2017 fueron 814 y esta temporada apenas 793. Con el promedio en el ultimo año pasó lo mismo que con Maroñas, hubo menos carreras y en ese rubro se dio un crecimiento en torno al 1%.

Las Piedras jugó 5 millones de pesos menos que en 2017 (de 165 a 160) pero unos 9 mil mas por carrera mientras en el Sint el descenso fue general bajado de 85.5 a 83 millones y también bajando en unos 2 mil pesos por carrera lo apostado. Por lo tanto el resultado no solo fue preocupante en Maroñas, lo fue en todo el turf con un incremento muy por debajo de la inflación en las apuestas por carrera y con un descenso que fue en torno de los 21 millones de pesos en las apuestas totales de todos los hipódromos.

Las soluciones pueden estar por tres lados, aunque todas son difíciles de aplicar. Una es atraer más público a las carreras, pero allí la realidad mundial marca que lo que pasa en Maroñas pasa en todo el mundo, la gente solo va a las grandes reuniones, por lo tanto lo que hay que lograr es que mas gente apueste desde su casa o en las agencias, el sistema online debe hacerse mas popular y creemos puede ser más amigable.

Otra es la lucha contra el juego clandestino, no tenemos idea de cuanto dinero se pierde por esa vía pero está claro que eso sucede.

La última pero para nosotros la más importante de todas es mejorar la retención, del actual 29% en las apuestas directas se debería bajar al menos a un 24%. Lo ideal sería estar en el 20% pero sabemos que eso es casi imposible, pero hacer el intento de ir hasta un 24% o 25% podría ser una muy buena medida. Además la mejora en las apuestas directas le complicaría la vida al juego clandestino ya que no sería tan redituable. La mejora del margen debería llegar también el las apuestas especiales, donde Maroñas tiene un montón de terreno por avanzar, allí la mejora debería reflejarse en incrementos atractivos a los pozos, hoy los pozos garantizados salvo raras excepciones no atraen.

Son solo ideas, lo que es cierto es que algo hay que hacer porque si el juego sigue estancado en términos totales y cayendo en términos reales el futuro es negativo para la actividad.

Germán Boiso.