Idolo Porteño, en un Pellegrini lleno de historias (Turf Diario)

15.12.2014

Fernando Fantini le corría a la par a un infarto; Alfredo Gaitán Dassié casi llega a las lágrimas de tanta emoción; Jorge Ricardo tenía una sonrisa muchísimo más grande que de costumbre; y el público que le hacía el aguante al agua en las tribunas del Hipódromo de San?Isidro no se cansaba de aplaudir al nuevo campeón del Gran?Premio?Carlos Pellegrini (G1-2400 m, césped), la gran prueba que se corrió anteayer, con la lluvia como invitada desagradable de último momento.

¿Qué provocó todas aquellas vivencias y sensaciones? La fantástica victoria de Idolo Porteño en la carrera más importante del calendario local y sudamericano, esa que llegó hasta otras dimensiones, donde Fernando Santamarina, el entrañable cascarrabias de siempre, festejó abrazado desde el alma con Fantini, Gaitán?y Ricardinho el mejor triunfo en la vida de su último gran caballo, el que lo hizo soñar aún cuando la enfermedad que se lo terminó llevando ya le torcía la muñeca. ¡Qué victoria la del hijo de Jump Start! ¡Y qué historia la que rodeó su trajinar desde siempre! Los elogios abundan entorno a Idolo Porteño, pero resultaría el hecho más injusto del año no recalcar la inolvidable remontada de Soy?Carambolo (Val?Royal), el campeón defensor, que quedó segundo a cuatro cuerpos sufriendo mil y un contratiempos, todos los que no tuvo hace doce meses cuando venció a Ecólogo (Easing Along), paradójicamente, un caballo al que también entrenaba Gaitán?Dassié. El Pellegrini, por el contrario, lejos estuvo de ser el escenario para la consagración de El Moisés (Manipulator), el favorito y ganador de la Polla (G1) y el?Nacional (G1) que terminó lejano décimo en un debut para el olvido sobre la grama y que ya comenzó pésimo, cuando se recostó sobre sus patas en la misma largada, debiendo luego hacer un esfuerzo que quizás le pasó factura a su físico a la hora de la verdad. Idolo Porteño tiene una historia que da para una película, con la particularidad de que diferentes inconvenientes físicos nunca le había permitido lucirse como en el último mes, aunque todos a su alrededor sabían y hablaban de su potencial, aún tras derrotas duras. Nunca perdió crédito, y ese detalle terminó siendo fundamental en esta consagración. Simple la explicación: la confianza de Alfredo Gaitán?Dassié y su gente fue la que impulsó a Fernando Fantini, José Luis Guerra y los hermanos Forestiero para comprar al zaino luego de que fuera devuelto por el propietario que lo adquirió en la liquidación del Stud Las Hormigas, la chaquetilla de Santamarina. “Venía de entrar tres veces fuera del marcador, había que tener muchos cojones para tentar a la suerte e intentar dar vuelta la historia. Pero hubo confianza, eso que tantas veces no se tiene en el mundo del turf. Acá están los dividendos”, diría luego Fantini, que empujó a sus socios en la adquisición del ahora consagrado Idolo Porteños, los mismos que con Galicado (Asiatic?Boy) en el primer semestre, terminaron por vivir un año virtualmente irrepetible. El?Carlos Pellegrini 2014 no fue una carrera fácil. El representante peruano Sonny Corleone (USA-Mr. Greeley) fue un puntero con táctica inexplicable, sacando varios cuerpos en el opuesto y enterrándose en la mitad del codo. El parate del líder fue tan inesperado que trajo problemas. Pablo?Falero con Interdetto (Roman?Ruler) casi se lo lleva puesto, y Jorge Ricardo debió sacar a Idolo Porteño del camino hacia el fondo del alazán. El brasileño Comical (Linngari) no se fue al piso de milagro en la misma acción y hasta Soy?Carambolo terminó sufriendo en el fondo por la debacle del personaje de El?Padrino. Una vez que todos se recompusieron, Idolo Porteño desbordó a Interdetto y Mida’s Run (Pure Prize) a poco de llegar la recta final y sacó ventajas que serían decisivas. Por la mitad de la pista apareció Must Go On (Freud) jugando sus últimas cartas en pos de alcanzarlo y desde bien atrás Soy Carambolo apelaba a su corazón interminable para iniciar la remontada que lo llevaría hasta el segundo lugar, a cuatro largos del caballo del Haras Cachagua y el pescuezo por delante de Must Go On, de actuación consagratoria. Papa Inc (Include) quedaría cuarto, con?Bajista (Perfectperformance) quinto y en una reprise interesantísima. Para esa altura, Jorge Ricardo ya estaba en otra cosa, señalando el cielo en señal de festejo y, vaya paradoja, enfundado en una chaquetilla con los colores de Vasco da Gama, el club de sus amores en su Río de Janeiro. Idolo Porteño se convirtió en el primer caballo que une la doble Dardo?Rocha-Carlos Pellegrini desde que en 2001 siguiera idéntico camino Second Reality (Hidden?Prize). Para encontrar algo similar en el tiempo habrá que remontarse hasta mediados de los ‘80, cuando Salvate Tel (Telefónico) se llevó la prueba insignia platense el 19 de noviembre de 1985 y luego ganó el Pellegrini que se resolvió en febrero de 1986 cuando se retrasó por la epizootia que atacó a la hípica argentina. Con mucha tela para cortar, el?Pellegrini 2014 consagró a Idolo Porteño y ratificó el corazón de Soy?Carambolo, aunque terminó poniéndole un signo de pregunta gigante a la resolución de la que se comenzará a hablar a partir de ahora: ¿cuál será el?Caballo del Año?

Diego H. Mitagstein