La carrera tuvo el color de Sir Fever, porque la dominó a placer y la ganó cómo y cuando quiso. Malandrino tomó la punta en los primeros metros pero enseguida Sir Fever lo pasó para sacarle ventaja. El único que en el opuesto se animó a ir en la búsqueda del favorito fue Impensable, que se le puso al cuerpo, tratando de empujar el ritmo de la carrera.
Pero Sir Fever dominó los parciales a placer, 25.44 – 48.75 - 1.13.11 lo mostraban cómodo en la delantera, con Federico Piriz teniendo todo bajo control. Dejando el codo, Impensable sintió el esfuerzo, y Sir Fever lo despidió, en ese instante, todavía con 650 metros para llegar al disco, ya comenzaron a bajar algunos aplausos, esa es la idolatría que despierta el crack.
Pero, Malandrino no había echado el resto, Julio Méndez movió y descontó, a 400 de la sentencia llegó a ponerse a dos cuerpos, pero ahí estaba Sir Fever, porque su jockey le dio riendas y el fenomenal defensor del stud Oro Negro salió como recién largado, para poner 4 cuerpos de ventaja y llegar al disco con pasmosa tranquilidad, mientras su enconado rival daba absolutamente todo para lograr un más que meritorio segundo puesto.
Sir Fever, que cubrió los dos kilómetros en buenos 2.02.82 dejó la sensación de ganar haciendo solo lo necesario, y otra vez Federico Piriz llevó la fusta de adorno, los 18 cuerpos que le sacó al tercero Interrogado hablan a las claras de su superioridad y también de lo muy bueno hecho por el escolta. Basko Hy fue el que cerró el marcador rentado. Sir Fever pagó lógico $1.10.
Jorge Avelino Piriz volvió a presentar con los 10 puntos a este fenómeno, lo suyo no tiene parangón, 9 impactos, todos clásicos en 9 presentaciones, y su nombre ya está inscrito en la historia grande de Maroñas, su campaña es la mejor que hayamos visto de un potrillo, y realmente ganar el Gran Premio Nacional sería un cierre de oro, porque lo convertiría en el segundo Triple Coronado del nuevo Maroñas, 9 años después del campeón del Mundo Invasor, además sería su décimo impacto en 10 intentos, algo mágico.
Aun para el Nacional falta mucho, hay rumores de venta, y nadie sabe a ciencia cierta qué pasará, si uno pudiera elegir lo ideal, ojalá gane el Nacional y luego se venda, eso sería un sueño cumplido para sus propietarios y un premio merecido para toda la afición, que delira cuando aparecen muy de tanto en tanto cracks de este nivel.
Germán Boiso.