La fortuna de disfrutar un caballo diferente (Turfdiario)

11.06.2014

RIO DE JANEIRO, Brasil (Especial para Turf Diario).- ¡Qué dicha la del turf brasileño de poder disfrutar de un caballo estupendo como Bal a Bali! El zaino del Stud Alvarenga escribió otra página ilustre de su historia y ratificó su condición como el mejor caballo del continente con una incuestionable victoria en el Grande Premio?Brasil (G1-2400 m, césped), la prueba de mayor jerarquía dentro del festival hípico que se vivió el fin de semana en el Hipódromo da Gávea, de esta ciudad. Unico triplecoronado a nivel mundial de 2014, el hijo de Put It Back se ganó, además, el derecho a correr el 1 de noviembre próximo en Santa Anita Park,?Estados Unidos, el Breeders’ Cup Turf (G1-2400 m), pues desde este año el Brasil pasó a formar parte del programa Win and You’re In de la serie. Qué mejor representante para Sudamérica que Bal a Bali, un campeón de esos que aparecen de vez en cuando, capaz, como lo confirmó ahora, de correrle al viento. Lejos de algunas suspicacias que había dejado su reprise con triunfo ajustado en el Grande Premio?Roger Guedon (G3), ahora el pupilo de Dulcino Guignoni exhibió su poder demoledor acostumbrado. En el?Brasil, sus rivales le hicieron el camino aún más simple, con la lucha que se planteó por la delantera entre el argentino?Catch a Flight (Giant’s Causeway) y Americando (First American). El representante albiceleste resistió hasta los 400 metros finales, para desaparecer a partir de allí y cederle por completo el protagonismo a Bal a Bali, que dominó en dos saltos y comenzó a abrir diferencias con andar de caballo diferente, llegando al disco con 2 1/2 cuerpos de ventaja sobre su compañero Mojito (Dubai?Dust), al que guió Altair Domingos, todo tras 2m27s29/100 y con Vagner Borges como héroe en las riendas. Guignoni fue el encargado de ofrecer declaraciones sobre Bal a Bali, su actuación y su futuro:?“En la prueba preparatoria estaba lejos del ideal y, aunque no fuera un carrera importante, un crack siempre tiene la responsabilidad de ganar y de no decepcionar a los fanáticos. Para el?Brasil la situación fue diferente, pues estaba muy cerca de su mejor forma y así es complicado ganarle. Si todo sale bien, y la aclimatación es buena, no tengo dudas de que nos representará de muy buena forma en los Estados Unidos”. Entre las varias presencias argentinas que tuvo el mitín internacionl del Grande Premio Brasil, la mejor actuación la acercó el dos años Lamborghini que, con la monta de Jorge Ricardo, terminó tercero a 2 1/4 cuerpos de Paint Naif (Crimson?Tide) en el Grande Premio Jockey Club Brasileiro (G1-1600 m, césped). Ahora uno de los mejores potrillos cariocas, se trata de un hijo de Lode y La Vita Bella (Candy?Stripes) de la cría de Santa María de Araras. Si bien no se trató de un caballo criado en la Argentina, bien vale resaltar el triunfo de Mitológico en el Clássico OSAF (L-2400 m, césped), pues se trata de un cría de Sulamani y Matiara, esta por Payant y sí criada en el vecino país. La milla internacional del Grande Premio?Presidente da República (G1) tuvo como héroe de la tarde dominical a Meu Chuck, de 3 años y por Pioneering e Insinuating Filly (Ghadeer), también a cargo de Dulcin Guignoni y que fue piloteado por Bruno Reis. El argentino Perfect Event (Wild Event), cerró la marcha a casi 25 cuerpos. También correspondió el último lugar a Hot Event (Wild Event), el albiceleste que tomó parte del Grande Premio Major Suckow (G1-1000 m), la gran prueba de velocidad en Gávea. Allí, todas las palmas fueron para la velocista Blind Ambition (Put It Back y Saphirine, por Roi Normand), que defendió las sedas de su criador, el Haras Santa María de Araras para vencer por 1 3/4 cuerpo a Desejado Put (Put It Back), que había vencido hace doce meses y no pudo defender su título con éxito. Por último, el Grande Premio?Nelson e Roberto Grimaldi Seabra (G1-2000 m), para yeguas desde los tres años, fue para Fonte Azul?(Mastro Lorenzo y Chamber of Life, por Music Prospector), del Stud Quintella y Genovesi y que fue conducida por Carlos Lavor.