El desafío de conseguir representantes, en el medio de un silencio profundo (Pura Hípica)

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13.01.2014

A pesar del resultado negativo, dentro de sus posibilidades los máximos en Argentina hicieron un buen trabajo por el Gran Premio Asociación Latinoamericana de Jockey Clubes e Hipódromos (G1) de 2013, que se disputó en el Hipódromo Chile, en Santiago, Chile. Cuatro gateras, cuatro banderas. Doce meses después, la parada de tal efectividad aparece muy complicada. Gato Editor, Di Giorgio y Gran Enzo subieron al avión y nos representaron, al tiempo que Malibú Queen se lesionó a última hora y no pudo estar presente. Entonces, aquel compromiso dirigencial sobre “hacer todo lo posible para estar a la altura de las circunstancias con lo mejor”, fue cumplido. Luego, en pista la historia fue diferente. No obstante, el respeto y el compromiso nunca estuvieron en tela de juicio. A 61 días del Latino en Monterrico, en Lima, Perú, la selección amanece cuesta arriba. ¿Las razones? Por empezar, la distancia hasta la sede, en una coyuntura continental que al momento no garantiza un itinerario sin contratiempos. Siguiendo, la superficie: la nación inca está invicta en la arena local, al tiempo que se vuelve un pantano para el que no está acostumbrado. Finalmente, el interés de elementos locales por otro objetivo, lesiones u otras variantes. Esa combinación de factores hace que, al momento, San Isidro, La Plata y Palermo no hayan develado ningún nombre. De hecho, en cada una de las casas, prima el silencio por encima de las esperanzas. Incluso, a diferencia de las otras naciones, no hay pruebas formalmente clasificatorias, sino que tanto en el Norte como en el Sur un par de rounds se anuncian como “de evaluación”. En tanto, en el Argentino, será por méritos. Para cualquiera de las formas, nada por aquí, nada por allá. Contradictoriamente, en San Isidro se acercará un plus de $ 50.000 si el titular del Gran Premio Martínez de Hoz (G1, 2000m) acepta correr por los US$ 300.000 de caja al héroe en Lima. Contradictoriamente, tal preliminar es sobre pista de césped, mientras que el Latino, como se dijo, es en la arena. La oferta parece un grito desesperado en el medio del mutis histórico del patrón de la vereda en el primer G1 del año para viajar y emular a Latency, el único argentino que se tituló fronteras afuera. Si la respuesta fuese negativa, como siempre, se apelará al resto del marcador. ¿Habrá incentivo para los demás? En La Plata, el Clásico Uberto F. Vignart (G2, 2000m) en 2013 sirvió para inclinar la balanza por AP Candy, que llegó al tope del resultado. Una lesión de éste y las sucesivas declinaciones volcaron el llamado a Gato Editor. Este año el escenario sería similar, aunque no hay nada firme sobre tal elaboración. Lo que sí, como una marca registrada de un tiempo a esta parte en el Bosque, informar es una cuenta pendiente. Palermo, sin episodio bisagra, desde su incorporación al grupo prefirió estudiar las posibilidades y luego acercar la/s propuesta/s. Esta vez no fue la excepción, pero los esfuerzos fueron en vano. Según fuentes cercanas a la Comisión de Carreras, por estas horas hay algunos nombres en carpeta que deben ser consultados.




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