Nickelback fue una perla en el marcado de pulgas

02.12.2013

Cuando José Degregorio fue a un remate de caballos en entrenamiento, hace un año, dateado por su hijo Gabriel, ni se imaginaba que se llevaría un caballo clásico. Y menos de la distancia, teniendo en cuenta la procedencia de ese ejemplar, el haras La Quebrada, especialista en precocidad y a la velocidad, aunque tiene grandes fondistas en su historia.

Pero Nickelback, el caballo de marras, el que lo hizo estirarse hasta los $ 40.000, desde su presupuesto de $ 30.000, y que no había pasado del sexto puesto en la media distancia, ganó tres al hilo desde la reaparición con su nuevo propietario y entrenador, y ya ganó dos clásicos. El más largo, el Mineral (L-2500 m), con armazón de handicap, de ayer en Palermo. "Somos socios con mi hijo", contó Degregorio después de este éxito. No era para menos. El "socio" le recomendó ir a aquella venta, de la que se llevó algo más: "Antonio Bullrich -el martillero- nos dijo «tiéndanlo». Le hicimos caso". Ayer, Cristian Menéndez ubicó a Nickelback en el fondo, lejos de Ruiseñor Moro, que sacó varios cuerpos en la punta. Mientras, Mighty Hunter, el favorito que venía por su tercera victoria consecutiva, tras ganar en 1800 m y 2000, corría cuarto y se abría en el codo para avanzar. En la recta, el puntero se abrió, Mr. Font amagó y Mighty Hunter dominó pronto, acaso antes de lo previsto. Pero vino Nickelback. Dobló la curva por afuera y atropelló a media cancha. A 200 metros del disco pasó al frente y le sacó siete cuerpos a Dunin Int -demoró un poco en cambiar de mano, pese al trabajo de Andrea Marinhas-; Mighty Hunter quedó tercero. El entrenador de éste, Pablo Sahagian, opinó: "Sintió los kilos, sobre todo en este tiro. No pude hacerle más que una partida de 1200 después de la última. Espero que no haya sangrado [compite con Lasix]; ahora tengo un mes hasta el Ayacucho". El Turco cree que parte de la diferencia entre el ganador y su caballo estuvo en la experiencia en el tiro. El resto lo hicieron Nickelback y Menéndez, el jockey con el que está invicto.