La despedida de un gran caballo, se fue Aristocity (Campana de Largada)

22.11.2013

Diferentes sensaciones para distintos propietarios y profesionales. Sin ir más lejos, cuando salieron ambos ejemplares a la cancha. Sin ánimo de hacer diferencias, pero fue así, cuando saltó a la cancha el gran Aristocity, la gente comenzó a aplaudir al extraordinario caballo del Stud Parapokos. Y para más el locutor, hizo una mención especial al caballo que se retiraba a los 9 años y luego de una campaña descomunal. Y la verdad sea dicha, el aficionado platense se rompió las manos a su paso, mientras Cristian Menéndez agradecía emocionado. Al rato salía Flag Nine, el que venía de ganar el Clásico Vicente Casares (G3) en Palermo y solo Gralatto, Turquieto, Alzamendi y la familia Zanetín, ellos dicen para que nos ubiquemos con el apellido, "la de los helados", lo que se sabe, es que nosotros los que tenemos unas cuantas canas nos acordamos que había heladerías y helados de esa marca, con ese nombre, sólo ellos, confiaban en el hijo de Flag Down. El caballo en manos de Juan Carlos Viviani, lo cuidó y lo entrenó en toda su carrera, salió de perdedor en su debut en La Plata en el tiro de 1200 metros, para ser más precisos el 25 de diciembre de 2007, para después enhebrar dos triunfos consecutivos, tres corridas, tres ganadas, en 1300 en La Plata el 3 de junio de 2008 y en Palermo, el 4 de agosto en 1200 metros. Saltó a las pistas en 47 oportunidades, logrando 22 éxitos, trece de ellos jerárquicos, ocho segundos, cuatro terceros y otros tantos cuartos. Le supo ganar a Expressive Halo, nada menos, fue escolta de caballos de la envergadura de Star Runner en el Gran Premio República Argentina (G1) de 2011 y en el mismo año, sólo fue doblegado por Mr. Nedawi en el Gran Premio Dardo Rocha (G1). Cantó presente en un República Argentina, en dos Pellegrini y en tres Dardo Rocha, pocos caballos pueden contar esa historia. Es hijo de City West (Candy Stripes) y La Aristócrata por Equalize e Infidelidad, cosas de la vida. No conocía a los hermanos Alvarez, Aldo y Gustavo, del Stud Parapokos y del Haras Estancia La Josefina, pero nos unía la madre de Aristócrata, Infidelidad, yegua espectacular que ganó una pila de carreras en Palermo, al cuidado de Carlos Ferro y con la monta del "Tano" Natalio Mezzotero y de la cual yo tenía el 5% de su propiedad. Un clavo de una herradura, pero cómo disfrutaba cuando se trenzaba en lucha por los 200 y peleaba hasta la misma raya para darnos la gran alegría. Hay cientos de anécdotas del tordillo, lo de las herraduras de plástico era la pura verdad, y pese a ello ponía todo en la cancha. Sólo los propietarios y por supuesto los profesionales y el peón, sabían cómo volvía Aristocity al pesaje luego de vencer a sus rivales, sangrando. Daba y dio todo, un enorme campeón. No, por supuesto que no me olvidé, que entre sus recuerdos están los dos records logrados en distintas distancias y en distintos hipódromos. El 5 de junio de 2011 logró vencer en La Plata por 11 cuerpos en el Clásico Antonio Cané (G3) - Copa Asociación Bonaerense de Periodistas y Cronistas de Turf en 2´8"45 para los 2100 metros con 60 kilos y la monta de Fernando Lemma. Y el mismo año, pero el 22 de agosto, dos meses y medio después, se quedó en Palermo con el Gran Premio General San Martín (G1), en 1800 metros, marcando espectaculares 1´44"91, con Cristian Menéndez en su montura. Gustavo Duprat, no hace falta presentación, fotógrafo de primer nivel y periodista y hombre al que cuando pierde un crack, se siente mal y que cuando sucede que un caballo de la jerarquía y la voluntad de Aristocity, representante eterno del Bosque, se despide de las pistas, tomó algunas imágenes del gran campeón y me las envió. Mi agradecimiento porque uno también está triste, que se retire un caballo de las condiciones de Aristocity, al que siempre daba gusto, placer, verlo correr. Por ello estas líneas en su despedida. Una de las fotos, parecía sacada a una estatua del mejor mármol blanco, potente, poderoso, lleno de bríos, y con una voluntad, pese a sus sangrados y sus herraduras de plástico, que lo hacían un caballo distinto. Llegó lejos, herido, pero tenía que correrlo e hizo el último esfuerzo. Se tenía que despedir de su público. Los chicos de la nueva camada que hacían su presentación, sólo tres fueron los elegidos, Jorge Ricardo Muñoz de Neuquén, Miguel Angel Franco de Paraguay y Octavio Federico Arias de La Plata, seguramente recordarán este día, el 19 de noviembre de 2013, cuando desfilaron frente a la multitud a la espera que se corra el Gran Premio Dardo Rocha (G1). El mismo día que se despedía de las pistas un grande, Aristocity.