Una historia que marcó la vida de Calidoscopio (Turfdiario)

imagen

03.07.2013

Hay jinetes que parecen estar hechos para algunos caballos. Destino, suerte, casualidad. Quién lo sabe. Lo cierto es que se funden en un solo corazón para regalarnos un centauro lleno de energía, talento y destreza.

El último viernes se conoció en el diario La Nación el retiro del gran Calidoscopio (Luhuk), el más reciente caballo sudamericano que ha podido ganar una Breeder’s Cup -el Marathon (G2) de 2012...- y es inevitable no recordar al que fue su entrañable compañero en el inicio de esa campaña que lo fue haciendo ídolo. La historia podrá mostrar a Aaron Gryder como el piloto que llevó a la victoria a Calidoscopio en una de las afamadas pruebas de la serie del Norte, pero sería injusto no poner a Jacinto Rafael Herrera en la lista de grandes pilotos que se subieron a la silla del hijo de Luhuk hasta que su terrible accidente -ese que el truncó de seguir su campaña profesional- acabó con esta especie de dúo dinámico que se generó sobre las pistas. Con Jacinto en lomos, Calidoscopio empezó a conocer casi todo: cómo ganar, cómo llevarse su primer clásico, cómo competir en la arena, en el pasto… y en la nieve. Sí, porque si hay una hazaña que no se puede olvidar en ese guión casi cinematográfico en el que se ha convertido la historia de este veterano campeón, es que corrió y ganó es una pista cubierta de hielo. Y allí estuvo Jacinto Herrera para convertir la montura de su compañero en un sky y deslizarse sobre un Hipódromo de Palermo convertido en nevado. Sucedió el lunes 9 de julio del 2007. Jacinto Rafael Herrera tenía 36 años y Calidoscopio, con cuatro abriles encima, buscaba su primer éxito clásico en la arena palermitana. Había corrido el Clásico General Belgrano tres semanas antes -en su primera participación en carreras de nivel- y había logrado rescatar el segundo puesto. Pero esa tarde de julio fue especialmente particular. Desde hacía 90 años no caía una nieve como la que cubrió de hielo -literalmente- la capital de la República Argentina. “Jacinto tuvo que hacer gala de todos sus recursos para imponerse con Calidoscopio enlos 2500 metros del Clásico Chacabuco (G2)”, arrancó la crónica de aquella hazaña. Y en efecto, corriendo de atropellada -al estilo de Jacinto y Calidoscopio- el binomio pudo hacerse paso en el final para derrotar por cabeza a Ibope en medio de un emotivo final. La nota señala que aquella tarde, Herrera completó triplete. ¿Qué hubiera pasado si el accidente de Jacinto Herrera, sucedido en julio del 2008, no se producía? Es probable que esa sociedad no se hubiera roto jamás. Pero esa es parte de la especulación y el debate que siempre rondará a los temas de turf. Lo cierto es que Jacinto Herrera y Calidoscopio forjaron una dupla entrañable. Una complicidad que se inició oficialmente el 2 de abril del 2007 en el Hipódromo de Palermo y que terminó el 28 de junio del año siguiente, solo 10 días antes de la caída del ex jinete peruano. Una sociedad que arrojó como saldo once carreras disputadas, con 3 victorias y 3 placé clásicos, todos de Grupo. Una lesión puso punto final a la campaña de Calidoscopio, como un serio accidente hizo lo propio con Jacinto Herrera. Ambos, sin duda, no hubieran querido que la historia termine así, pero el destino o la casualidad, tal vez, quieran que ahora se vuelvan a encontrar. Néstor Obregón Rossi




Ingresar
Recordarme en este equipo

Si no sos usuario de
Montevideo Portal

Registrate
Ingresar
Necesitamos saber tu e-mail para registrar tu usuario twitter. Este dato te lo pediremos una única vez, luego iniciarás sesión automaticamente.
Ya estas registrado, por favor ingresa tu password para verificar tu identidad.









Haras la Concordia


Burreros.com | contacto@burreros.com
Ingresar
Recordarme en este equipo

Si no sos usuario de
Montevideo Portal

Registrate