Fortuna Certa a los 6 años vuelve a ser el mejor millero

07.01.2013

El noble Fortuna Certa deja todo en cada presentación y jamás desentona. Tanto esfuerzo tuvo su premio cuando cruzó primero la meta en la prueba cumbre para los milleros. Carlos Vigil le dió una conducción sin fallas.

Tras ganar el Jockey Club en 2009, el defensor del stud Maluga se erigió en uno de los grandes milleros de Maroñas consiguiendo un par de triunfos clásicos en 2010 y otro par en 2011. En 2012 tuvo una año dificil porque si bien siempre estuvo en las definiciones, no había podido ganar hasta que lo hizo en la última chance que le daba la tempordada. Con ese antecedente demostraba llegar en plenitud de fuerzas a la máxima cita y lo confirmó en cancha obteniendo un triunfo categórico.

Rusoperez fue el encargado de mover las acciones en exigentes parciales de 23.45 y 46.32 pero al entrar a la recta plantó bandera dejando al potrillo brasilero Atuante con el liderazgo. Poco le duraron las esperanzas a este ya que carga por el centro de la cancha Doménico y por fuera vuela Fortuna Certa.

Tras las patas del brasilero asoman Lúdico y Zingaro pero Carlos Vigil tenía todo bajo control sobre el ganador. El hijo de Arambaré estiró diferencias indescontables y cruzó el disco con 2 cuerpos de ventaja sobre el ejemplar chileno que demostró estar recuperado de sus males sanitarios. Doménico en la carrera de su vida fue tercero mientras el arrimador Zíngaro cerró el marcador rentado. Todo esto al cabo de 1.35.34.

Fracasaron los potrillos Atuante y Kid Bangornada, 5º y 8º, quienes se llevaban buena parte los boletos y gracias a ello Fortuna Certa premió a sus seguidores con un exclente dividendo de $7.60.

Fortuna Certa que ha estado toda su campaña bajo el cuidado de Edison Dias cosechó su noveno triunfo, octavo clásico y segundo de Grupo I al cabo de 29 presentaciones en las que solo 5 veces se cayó de las chapas rentadas. $3.5 millones en premios grafican clarmente el nivel de los logros de este verdadero pingo que merecía ganar un Piñeyrúa y que está vez demostró que la tercera fue la vencida.

Germán Boiso

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