¿Qué pasa con el juego en Maroñas?

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Al 1 de noviembre de 2015 y tras 84 reuniones Maroñas jugó 476 millones de pesos, para encontrar una suma menor luego de 84 reuniones debemos irnos hasta 2011 cuando se jugaron 471 millones, es decir 5 millones menos, una diferencia poco significativa en 4 años. En tanto en 2012 se jugaron en ese lapso 515 millones (incluyendo la reunión anulada por la gripe), en 2013 se apostaron 479 millones y en 2014 fueron 481 millones.

Primer análisis, hasta 2012 Las Piedras era un circo muy poco atractivo y no existía el Sint, por lo tanto por allí se puede explicar esa diferencia con aquel año, todo el juego se concentraba en Maroñas. Pero esa excusa no es válida para 2013 y 2014 años que jugaron por encima de este 2015. Con una inflación promedio anual del entorno del 9%, el juego no debería estar estancado, porque lo que pasa es que está bajando en términos reales.

Otro punto es que desde el año pasado, y gracias a que Las Piedras y el Sint copan parte de mercado, la capital organiza menos reuniones y del promedio de 101 (con record de 104 en 2013) pasamos a 96 en 2014 y en este 2015 vamos rumbo a un número similar. Eso hace que a fin de año la diferencia sea aún mayor que ahora que es parcial a un número x de reuniones.

El año pasado con ese formato de pocas reuniones se apostaron 548 millones de pesos, el número más bajo desde el fatídico 2010 (en términos de juego) y un número muy similar al del ya lejano 2009. En cuanto al promedio por carrera aunque Maroñas organiza menos reuniones, el número de carreras se ha mantenido con la excepción de 2013 cuando se marcó el record de 1158 competencias. En el resto de los años siempre se corrió entre 1030 y 1080.

Es difícil encontrar respuestas al porqué de esta caída en el juego de Maroñas, pero podemos buscar pistas. Varias de ellas son cuantificables y son las que vamos a tocar, pero no dejamos de reconocer problemas no cuantificables y de larga data, como juegos especiales imposibles y poco atractivos, campañas de marketing que no han dado el resultado esperado en la obtención de nuevos adeptos solo por citar dos, pero como no cuantificables que son, estos puntos son discutibles e ingresan más en la precepción de cada uno.

Lo que si podemos medir son los números. Algo que en lo personal siempre creí que afecta al juego en Maroñas es la presencia del Sint los días domingo. Analizando las reuniones realizadas en Domingo sin presencia del Sint, Maroñas juega 598 mil pesos por carrera, en cambio los domingos en los que comparte cartel con el Sint, el juego cae hasta los 512 mil, eso significa una pérdida del 17%. Y esa pérdida no se recupera.

En esta época del año el Sint pasa a los sábados y Maroñas a los viernes. Para Maroñas es mejor correr sábado que viernes, mientras en las noches de ese día registra 396 mil por carrera, los sábados trepa a 467 mil, una diferencia notable. Además los sábados le es indiferente a Maroñas compartir o no cartel con el Sint y las pocas veces que se realizaron reuniones de este tipo el juego no sufrió variables. Pero cuidado, este sábado tendremos ese marco, Sint + Maroñas y sin dudas el juego se verá afectado respecto a si se corriera el domingo, ya que estamos hablando de promedios claramente por debajo de los 500 mil.

Por lo tanto el Sint afecta el juego en Maroñas, lo afecta de dos formas, si se corre los domingos con una pérdida del 17% y si se corre los sábados junto a Las Piedras y se programa Maroñas para los viernes por la perdida en el cambio de día.

En tanto para Las Piedras la situación es a la inversa, cuando comparte cartel con el Sint se apuestan $327 mil por carrera y cuando los sábados va como preliminar de Maroñas se juegan $312 mil.

Para el Sint poco cambia correr Sábado o Domingo, Paysandú los sábados apuesta $187 mil por carrera y los domingos $203 mil. Colonia es a la inversa con $210 mil los sábados y $183 mil los domingos en tanto para Melo es lo mismo, ambos días promedia $176 mil.

Entonces tenemos que Maroñas tiene un duro desafío para poder mejorar su juego ya que debe ceder espacio a Las Piedras y al Sint y eso si o si le significa perder dinero. Pero creemos que aun cediendo ese espacio se debe ser muy cuidadoso, y los domingos que es cuando está el grueso del juego dárselos a Maroñas en exclusividad siempre que sea posible, y no preocuparse de si hay un clásico en el futbol, para el burrero, el clásico es el GP Nacional. Por lo tanto, no se le puede dar todo a Maroñas porque Las Piedras y el Sint necesitan su espacio, pero se debe ser cuidadoso, ponerle luces a Las Piedras podría ser una inversión muy productiva para tener más opciones de organización. Pero con lo que hay, lo ideal es lo que se hace en esta época del año, con Sint y Las Piedras el sábado, claro eso sin contar el error de este fin de semana.

Maroñas es el gran motor, el resto de los hipódromos cumplen un papel muy importante para el desarrollo de la actividad, los equinos y los profesionales, pero el motor del turf es el juego y el juego está en circo capitalino. Aun con los problemas marcados, Maroñas engloba el 71% del juego organizando solo el 55% de las carreras.

Lejos estoy yo de tener respuestas, pero creo que estos datos aportan al debate que debe generarse, porque el juego debe aumentar y Maroñas necesita nuevos adeptos, si no terminamos siendo siempre los mismos. Los insumos suben, el dólar sube y hoy la situación se sostiene porque hay incentivos desde casinos y los premios son buenos, pero esto así por lo menos desde mi perspectiva no puede sostenerse a largo plazo.

Germán Boiso.

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