Casi una década después Invasor volvió a casa
Para los que lo vimos correr en Maroñas fue emocionante volver a verlo allí, para los que no lo vieron fue la posibilidad de ver en vivo a la leyenda. Caballos como Invasor salen cada 50 años y por eso fue, es y seguramente será el mejor caballo que vimos correr.
Alojado desde hace unos 25 días en el Haras Cuatro Piedras donde estará tres años como padrillo, Invasor está de nuevo en el Uruguay y ayer volvió a pisar Maroñas, un hipódromo en el que corrió por última vez en Noviembre de 2005 cuando ganó el Nacional y el que abandonó definitivamente poco después cuando fue comprado por Shadwell.
Invasor estuvo en los boxes de espera y luego fue paseado por un peon a través de la senda hípica para que el público lo viera y lo aplaudiera, llegó a la redonda de montar y ahí lo estaban esperando Gustavo J. Duarte, su jockey en 4 de sus 5 impactos en Uruguay y quien lo movió siempre, además estaban sus ex propietarios y su ex entrenador Anibal San Martin. Fue un momento emotivo con una nueva en el foto en el podio casi una década después de la última.
Además de lo emocionante que fue verlo por lo que el hizo, lo fue también por apreciarlo en un estado resplandeciente, lleno de bríos y con su actitud de siempre, orejas paradas y mirada a lo lejos, en un momento quedó con la vista fija en la pista, como haciéndonos entender que quería volver a lucirse allí.
Invasor ganó 11 de 12 carreras, se fue invicto y triple coronado de Maroñas, su única derrota llegó en su debut en Dubai en una carrera que nunca debió correr. En Estados Unidos ganó las 5 que corrió, todas de Grupo 1 y entre ellas nada menos que la Breeder´s Cup Classic, en aquella inolvidable victoria ante Bernardini. Volvió a Dubai para ganar la Dubai World Cup de 2007, aquella sería la última victoria de su campaña ya que poco después una lesión obligaría a su retiro.
Ingresado en el salón de la fama en 2013, el caballo nacido en Argentina y con campaña en Uruguay que logró los mayores triunfos en la historia de la hípica rioplatense no recibió como padrillo las oportunidades merecidas. Por eso ahora está de nuevo en Uruguay donde ojalá deje gran descendencia y sea capaz de sacar algún hijo que se le parezca.
Germán Boiso.