“No le ganaban” a Nickelback en el Ayacucho (Pura Hípica)
El ascenso de Nickelback en la horma de los fondistas no se detiene. Ahora, en la reunión de hoy sábado en el Hipódromo de Palermo, le tocó conquistar el Clásico Ayacucho (G3, 2500m), una conquista que se esperaba tanto en la pizarra como en el papel. El vástago de The Leopard cristalizó tal estudio por 6 cuerpos, con placé en Tormentoso Moro, aunque el principal actor de reparto fue El Santino. “La idea era seguir la carrera de Nickelback. Lo hice hasta pisar la recta final, donde fui a emparejarlo. Pero El Santino se rompió el sesamoide de la mano derecha”, explicó Pablo Falero, el jockey del hijo de Mutakddim. Asimismo, el látigo aclaró una compulsa que se contagió en la tribuna sobre cual hubiese sido el resultado sin la citada circunstancia: “No le ganaban de ninguna manera, ni nosotros ni otro”. Tal conversa fermentó porque, en los 300, el favorito y el enemigo en la corta pizarra de cuatro elementos se juntaron, ambos a la caza de Tormentoso Moro. Mientras El Santino dejó su opción por la lesión, el pensionista de José Degregorio escapó a la meta sin atenuantes. A ½ cuerpo, Dunin Int clausuró la trifecta, mientras una docena después el mencionado veterano cerró la marcha. Desde el kilómetro final el conducido por Cristian Menéndez se hizo responsable de su causa. Este nieto materno Louis Quatorze, en la suya de galopar y acelerar a la hora de la verdad, no especuló con el cansancio del vanguardista. En el derecho, se desplegó a gusto. No le ganaban. No le ganaron. En 11 salidas, media docena de medallas doradas, todas de los 2000 metros en adelante. En ese racimo incluye cuatro trofeos por encima del llano, entre 2200 y 2500 metros, incluyendo los listados Comparación y Mineral, en La Plata y la arena de Palermo, respectivamente. Un stayer hecho y derecho, que se hace camino a pesar de sus delicadezas y un calendario argentino adverso para esta especialidad.