Imperrito, un crack que va para leyenda...

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El entrenado por Aníbal y Sebastian San Martín es sin dudas el mejor caballo de Maroñas y va camino de convertirse en leyenda, porque con apenas 4 años su campaña ya es memorable y aún hay muchísimo por delante para el notable hijo de Robin Des Pins.

El Gran Premio Presidente de la República era en lo previo un gran desafió para Imperrito, porque volvía a verse con Giddy su último vencedor y le daba revancha a Cucuel quién lo había escoltado de cerca. Por si fuera poco había otro problema a solucionar, su jockey de siempre Fernando Olivera no podía correrlo a causa de un fuerte estado gripal, había que encontrar a un jockey en la misma mañana de la carrera, el elegido fue José María Silva y el “bambino” dio una nueva muestra de sus excelsas condiciones.

La carrera se planteó como se esperaba con Imperrito y Giddy en la delantera siempre con el defensor del viernes asado con medio cuerpo de ventaja sobre el de El Carmen y ellos con cómoda ventaja sobre el resto. Si bien comparten cuidador y a uno de sus propietarios, son caballos independientes y por eso se corrieron la carrera cada metro. Al entrar a la recta final Giddy sintió el gasto y tras quedar apretado entre Imperrito y Benoit que había descontado en el codo final se fue de la carrera.

En ese momento Benoit era la única amenaza real para Imperrito y se le llegó a poner muy cerca, pero Silva le pidió el resto al crack y este se fue rumbo al disco con paso triunfal hasta derrotarlo por 3 cuerpos y medio en muy buenos 2.29.60. Zíngaro en larga atropellada fue lejano tercero adelantándose a Cucuel y a Giddy.

Tanto José María Silva como Aníbal y Sebastián San Martín cumplieron sus roles a la perfección y ayudaron al triunfo de Imperrito que es sin dudas la gran estrella que tiene Maroñas. Ganó con mucha autoridad el séptimo clásico de su campaña en la que ya suma cerca de 6 millones de pesos en premios.

Con 4 años recién cumplidos ya venció en la mayoría de las grandes pruebas de Maroñas y poco a poco su camino comienza a apuntar hacía un segundo GP José Pedro Ramírez que lo colocaría en un lugar único en la historia del nuevo Maroñas. El criado por el haras Don Alfredo es un pingo con todas las letras que aún está madurando y por eso cada día corre más. Es raro decirlo en un animal que ya ganó prácticamente todo, pero Imperrito aún no ha llegado a su techo.

Germán Boiso.

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